Astronauta

Durante el Proyecto Apolo, tuvimos misiones lunares y vuelos orbitales terrestres.

Sin embargo, yo sólo soñaba con estar cerca de Casiopea.

El día del despegue, fui tranquila. Con ganas y necesidad de saber qué ocurría en mi constelación y averiguar por fin, si habían aparecido nuevas estrellas.

Me sentía como la pequeña Laika. A punto de flotar en el espacio.

La preparación fue bien. Me inyectaron un líquido y me despojaron de todo lo metálico que pudiera tener conmigo. Me dejé hacer, como viene siendo habitual en este último año.

Una vez dada las instrucciones, que ya conocía, pero que son necesarias recordar, me tumbaron.

Con el cuello y cráneo inmovilizados y completamente afianzados, comenzaron a meterme en la nave.

A pesar de conocer el procedimiento, y de mi aparente tranquilidad, la respiración se me aceleró un poco en ese momento.

– Comienza la prueba.

Era mi segundo viaje espacial en este año.

Mi cuerpo tenía que permanecer completamente quieto durante el tiempo que durara la aventura.

Los ojos estaban tapados y únicamente me podía guiar por el sentido del oído.

Pronto comenzaron unos sonidos estridentes, repetitivos, constantes. Como una locomotora, o la bocina de una barco a punto de zarpar. Una moto de gran cilindrara en un circuito de carreras, una noche entera de fiesta con música electrónica. Una maquina de escribir, con su sonido aumentado a mil decibelios, un taladro agujerando todas las paredes de mi alrededor, milímetro a milímetro.

Todo soportable. Muy incómodo, pero hay que hacer un esfuerzo, hay que ver a Casiopea, pensaba.

De pronto, un calor empieza a subir por mi brazo, el que estaba conectado con la realidad de fuera de la nave. El líquido estaba entrando en mi cuerpo. Lo notaba. Del calor, pasó a quemarme por la vena. Y de ahí, a una sensación de náuseas profundas, que me invadió por completo. La boca se hizo agua, y más agua, y más agua aún. ¿Qué hacía allí metida con la cabeza inmovilizada? No podía más que respirar y tratar de calmarme o tocar el botón de alarma para que me regresaran al planeta Tierra.

Y la música vino a mi mente.

Mientras yo voy surfeando
sobre olas psíquicas.
Y al remontar el vuelo
presiento la fuerza de mi ciclo lunar
la fuerza de mi ciclo lunar
¡El cambio ya me empieza a gustar!
Me llamo Halley Star
No des ni un paso atrás
Es tu intermitente identidad
Me llamo Halley Star
No des ni un paso atrás
Los años de eclipse al fin
se van, se van, se van
Se van de aquí
Se van de ti
Su nombre es Halley Star
Tu planeador mental
Pasó aquella estrella y tú
te has vuelto a emocionar.
Hay sanación, hay solución.
¿Y ahora qué pensáis de mí? “. Letra de El Ciclo Lunar De Halley Star . Love of Lesbian.

Aguanté sin salir de allí, como lo hizo la valiente Laika.

Yo volví a este planeta. Ella no pudo….se me parte el alma por esto.….

Mi viaje espacial fue ayer, 16 de mayo de 2017. Ahora, me faltan unos días para saber los resultados de la RM y ver cómo se encuentra mi Casiopea particular.

 

imagen de Malika Favre